Me apetecía aprovechar estos días de sol y comer un buen arroz, por lo que decidí probar el restaurante Els Tinars cuya fama en el tema de arroces traspasa la frontera catalana y allí nos fuimos.
La anécdota graciosa fue que al girar por la desviación de la carretera principal, mi acompañante (quién me había pedido que sobre todo la inauguración de la temporada de arroces la hiciéramos en un BUEN sitio) me preguntó con cara de horror: ¿pero este camino no nos lleva a una zona de servicio????? Calmé sus temores respondiendo que las apariencias engañan.
El día escogido fue fantástico por la el sol brillante y la temperatura perfecta.
Debo decir que siendo un sábado al mediodía, el restaurante estaba a reventar, lo cual no sé si fue el principal motivo para un servicio excesivamente lento a mi juicio, debo decir que desde que nos sentamos hasta que llegó el primer plato pasaron 45 minutos y a mí ya no me cabía más pan con aceite para hacer tiempo.
Pero bien dicho esto debo destacar que en cuanto al pan precisamente, tienen una selección sin gluten que se sale del tradicional panecillo congelado, lo cual me satisfizo siendo yo celiaca, en general el servicio de pan es de una calidad muy alta.
De aperitivo, unas deliciosas aceitunas, pan con un excelente aceite de la casa y un caldo muy muy fino que entonaba el estomago para las emociones fuertes que venían.
Para compartir: a
nchoas con una deliciosa textura y sabor intenso, absolutamente recomendables acompañados de coca de cristal con tomate y aceite.
Unos buñuelos de bacalao acompañados de una salsa de alioli muy suave y muy ricos.
Un pulpo a la brasa con perlas de ... alioli... nuevamente, que llegó a la mesa un poco frío, mejorable la base de patatas y la textura del pulpo, para mi gusto un pelín duro.
Unas muy buenas alcachofas con parmesano rallado, que también estuvieron más tiempo en el plato dentro de la cocina de lo necesario y llegaron a la mesa también frías.
De segundo, mi acompañante se pidió un steak tartar que estaba realmente muy bueno y aquí tan frío como necesario puede esperarse, un plato muy bien preparado.
Mi deseado arroz seco, con tartar de cigala y carpaccio de pies de cerdo con jugo de coral, estaba muy bueno debo decirlo, el contraste de todos los sabores le daba un gusto realmente excepcional y fue todo un acierto.
Para aligerar tanta comida durante tanto tiempo, acabamos a las 17:20, estuvimos tres horas en el restaurante desde que llegamos hasta que pedimos la cuenta, necesitaba algo ligero como postre y este sorbete de mandarina muy fresco fue todo un acierto.
La cuenta, con una copa de vino blanco, agua y tres cervezas fue de 145 €.